Las egagrópilas

El funcionamiento del aparato digestivo difiere según la dieta, y en las rapaces el alimento permanece menos tiempo en el buche que en el de las aves granívoras; pasando muy rápidamente a la molleja, sección donde la presa es triturada por el estómago muscular separándose las porciones digeribles de las indigeribles. Estas últimas están compuestas de tegumentos como pelos, uñas, plumas, culmenes y huesos. Todos estos elementos no digeribles son acumulados en un bolo denominado egagrópila que el ave expulsa mediante un movimiento peristáltico negativo del esófago, el que es estimulado por la acidez que produce la ausencia de alimento, especialmente de proteínas y grasas.

:: EGAGROPILAS DE DIFERENTES ESPECIES DE AVES RAPACES ::

Pequén (Athene cunicularia)
Aguilucho variado (Buteo polyosoma)
Lechuza blanca (Tyto alba)

Las rapaces nocturnas, en general expulsan una egagrópila después de cada alimento y las rapaces diurnas pueden acumular más de una ingesta antes de expulsar la correspondiente egagrópila. Los tucúqueres (Bubo magellanicus) regurgitan una sola egagrópila, al atardecer, que contiene el alimento ingerido la noche anterior.


Cráneos de roedores


Egagrópilas como fuente de información

Las egagrópilas han sido una importante fuente de información al punto que gran parte de la ecología trófica conocida se debe a los aportes de esta fuente. El análisis de las egagrópilas, como técnicas de estudio de micromamíferos, es ahora más relevantes que nunca ya que no siempre es posible disponer de trampas y equipo para muestrear micromamíferos, ya sea por los costos o por el riesgo de contagio con Hantavirus.

Las aves rapaces nocturnas no trituran sus presas como las diurnas, por lo que la identificación de los restos indigeribles es más fácil ya que los cráneos, muchas veces están en muy buenas condiciones.